Todos disfrutamos de los productos lácteos de calidad y conocemos alguna finca, la propia, la del suegro o la que consiguió prestada el padrino de promoción del liceo.
Y uno puede creer que una actividad de tan larga data, en medio rural es un medio estático y desvinculado de la evolución que experimenta el mundo. Pues déjeme decirle querido amigo, que se equivoca. El sector primario está viviendo un momento épico de desarrollo filosófico enmarcado en la contención del cambio climático
Empecemos por Voisin, que hereda una finca y de eso no sabía mayor cosa, se pone al frente y resulta que, siendo un gran matemático, dijo de manera muy sabia, primero investigación, deducción, observación, luego diseño y ejecución. Resultó que es el padre de una teoría en boga conocida como “Las leyes del pastoreo de Voisin” basada en:
Ley del Reposo: Dejar descansar potreros luego que hayan sido cortados por el diente para regeneración foliar / Ley de la Ocupación: tiempo en parcela limitado, para que no corten dos veces el pasto / Ley de los Rendimientos Máximos: Trabajar para que el ganado paste la mayor y mejor cantidad posible. / Ley de Permanencia: El tiempo máximo en una parcela, no excederá los 3 días.
Esta nueva visión ha evolucionado a tal punto, que ahora se está hablando de que la ganadería debe contribuir a disminuir desertificación de los suelos, uso excesivo y contaminación de agua y cambio climático, disminuyendo la emisión de gas metano y amoniaco. ¿Cómo así? Pues ahora hablan de la ganadería regenerativa.
Resulta que la demanda de productos cárnicos ha crecido considerablemente. Según la FAO en los últimos 50 años la población ganadera en América Latina, pasó de 201 a 418 MM de cabezas, así como el aumento en terreno dedicado al pastoreo de 461 a 560 MM de Has. Lo que conllevó a relegar los métodos tradicionales de pastoreo y pasando a la ganadería intensiva o industrial.
Esto trajo como consecuencia un incremento en la emisión de gas metano porque el proceso de transformar el rumen (pasto masticado) en alimentos genera gas metano, como nos dice el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que la actividad ganadera puede suponer un 14,5 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
¿Qué se propone? Modificar hábitos de consumo para disminuir número de rumiantes, prohibir fertilizantes, pesticidas, plaguicidas y herbicidas industriales, fármacos, hormonas, antibióticos e ivermectinas, cuyo residuo queda en el estiércol y mata los microorganismos del suelo y promover el pastoreo ya que pisoteo del ganado es un tipo de arado.
Pero no todo es color de rosas, esta semana el Reino de los Países Bajos está alborotado porque los agricultores tienen una semana protestando las medidas adoptadas ya que para 2030 deben lograr reducir 50% sus emisiones de gas metano o no podrán continuar con la actividad primaria, regulación esta que se da en un país con 54 mil negocios agrícolas que en 2019 exportaron la suma de 94.500 MM de euros.
En fin, esto es un tema que se extiende, y como siempre les pregunto a mis amigos empresarios y asesores, ¿ya Uds. comenzaron a hablar de esto en sus entidades?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario